La
disposición de los instrumentos en la orquesta es siempre la misma (excepto que
no se pueda por razones de espacio). El director se encuentra de pie, de
espaldas al público, en el centro del escenario y al principio de todo. Si
hubiese un solista, éste se situaría al lado del director. A partir de aquí,
los instrumentos de cuerda frotada son los primeros, situándose los primeros
violines a la izquierda, un poco más a la derecha los segundos violines,
después las violas, violoncellos y por último los contrabajos, que se sitúan
junto a la pared. Veremos como en todas las familias de instrumentos la
colocación va siempre de más pequeños (a la izquierda) a más grades (a la
derecha) y de más agudos (a la izquierda) a más graves (a la derecha). Tras los
instrumentos de cuerda frotada, hacia la esquina izquierda nos encontramos el
piano y el arpa (instrumentos de cuerda percutida y pulsada). Tras los instrumentos de cuerda, se sitúan
los instrumentos de viento. Su colocación será en dos filas, la más cercana al
director será para los instrumentos de viento madera, y tras éstos, los instrumentos
de viento metal. Los instrumentos de viento madera, nombrados de izquierda a
derecha según su situación en el escenario, son: flautín, flauta, corno inglés,
clarinete, oboe, fagot y contrafagot; y los de viento metal son: trompeta,
trompa, trombón y tuba. El saxofón es considerado un instrumento “mixto” ya que
es un instrumento fabricado con metal, pero que se sienta con los instrumentos
de viento madera. Al final de la orquesta instrumental nos encontramos con los
instrumentos de percusión.
Ocasionalmente, si la obra
requiere de un coro, éste se situará al final del escenario, tras los
instrumentos de percusión.
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